viernes, 27 de septiembre de 2013

Nuevos paradigmas en educación, ciudad y arquitectura

Reflexión del artículo encontrado en "La Ciudad Viva"   Por Santiago de Molina

Del arquitecto hoy, por el contrario, parece reclamarse un cierto anonimato, o cuanto menos la naturalidad de un técnico que asuma la aspiración de responder a su arte con razones de necesidad.
Ha pasado relativamente poco tiempo desde que superamos la época del Renacimiento. Ese momento de la historia tan destacado para los artistas ya que su talento es revelado y publicado, se deja atrás el anonimato.


Reflexionando sobre el momento en el que nos encontramos y contrastando el texto de Arquitectura Viva creo que debido a Internet nos encontramos en una era anterior a la del Renacimiento en la que precisamente la sobreinformación entierra todo propósito de destacar. Sí es cierto que gracias a él con pocos medios y trabajo duro hay más probabilidad de llegar a darse a conocer de manera directa con el usuario. En esta época de la información tenemos la desventaja de que tenemos que trabajar por nosotros mismos en el hecho de seleccionar la información más trivial. Con esto quiero decir que hace 50 años los artistas, arquitectos, y otros, para buscar lo que querían ya sea información o inspiración  únicamente tenían que consultar la prensa o libros. Desde mi postura como estudiante mi visión después de leer el artículo es que nos encontramos seleccionando, clasificando y descartando entre un montón de basura y que de entre ella estamos intentando encontrarnos a nosotros mismos. Es más, muchos editores han visto ésta misma carencia y actualmente se están publicando catálogos clasificando los productos que ya habían salido meses antes por internet.


En este sentido la educación de los arquitectos en este nuevo siglo ha dado un vuelco radical aunque no todos los ámbitos donde se imparte su enseñanza se han percatado. Hoy el acceso a la información posibilitada por el imparable desarrollo de lo digital, ha alterado el papel del profesor como fuente de conocimiento. 

Otro factor negativo es la valoración cualitativa de cualquier publicación puediéndose llegar a considerar una fuente oficial. 
Que la información sea de acceso inmediato es un punto del que disiento, sobretodo para poder encontrar información de calidad. En la red se encuentran opiniones, análisis personales, puntos de vista y noticias pero difícilmente información completa sino complementaria.

Sobre el hecho de que los nuevos jóvenes arquitectos con un poco de maña son capaces de representar, crea competitividad. Ocurre en la fotografía, y ahora sobre todo con la llegada de los móviles inteligentes es algo prácticamente inevitable pensar que en cada individuo puede llegar a ser un artista. La gran diferencia reside en aquella persona que tiene ojo para poder visualizar antes del disparo con el objetivo aquello que se va a formalizar posteriormente en papel. El hecho de que la herramienta sea tan directa facilita la experiencia, y eso en nuestro campo significa que debemos llegar más lejos. 

Lo mismo ocurre con la arquitectura la llegada de herramientas 3D que facilitan la visualización, entendimiento del espacio, y la formalización de diseños que hacen que este en manos de cualquier persona poder realizar esta tarea con un mínima formación. Por ejemplo Ikea ofrece un servicio en sus instalaciones ofreciendo ordenadores donde es el mismo cliente quien decora un interior mediante herramientas 3D. 

La nueva ciudadanía expuesta en la red.

Korea, 2000. Ya se han formalizado los llamados "netijin" (netizen) net+citizen. Su poder ha llegado a romper las barreras de la red. La super alta competitividad, la volatilidad de los negocios y la facilidad de establecer nuevos locales otorgan a los netijin un claro poder de manifestación. Son una sociedad temida y sin miramientos ni escrúpulos son capaces cerrar locales. El anonimato de éste sistema hace de las personas que su crueldad florezca en estado puro. Los netijin son temidos y el terror es palpable, nadie los quiere como enemigos. Cada cliente es un crítico gastronómico, un inspector de sanidad... y de un golpe de teclado es capaz de inutilizar el negocio en la vida real. El dueño del local no tiene posibilidades, está arruinado. 
Es una sociedad que siempre se ha movido en grupo y ahora todavía más gracias a internet, pero ha dado pie a la homogeneidad y estar fuera de éste circulo se traduce a un fuerte rechazo. Viéndolo a una escala mayor el gran punto negativo es que las empresas más grandes que tienen departamentos investigando ésta sociedad con propósitos económicos son capaces de mover a los netijin a su antjo, siendo igualmente visible en la realidad.

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